Por la mañana ya lo habíamos visto todo, bueno queda la casa de Ana Frank, y la verdad ver una casa de tortura nazi, no nos apetece. Así que vamos a la búsqueda del molino.
Marcos y yo serviriamos de guias; yo veo pero soy mudo, y el sabe hablar pero no ve, o sea que nos perdimos de nuevo, la avenida más larga de amsterdam y la tuvimos que hacer dos veces, cosas de los mapas y ser "nosotros".
Al final encontramos el molino, a james bond saliendo de un canal, quitarse el traje de buzo, ir en smoking, estar bueno, nos reimos con el, de el, del primo de delicatessen, del novio rechazado de la compañera camarera de Amelie, de nosotros mismos, y todos se rieron de nosotros. Eso si el parka me sienta de maravilla, aunque a Marcos le da envidia, y no quiere que lo lleve abrochado hasta arriba, dice que parezco el inspector gadget, pero y lo mono que voy.
Por la tarde al hotel, y salimos. Nos cae una lluvia descomunal aunque ibamos bien preparados paraguas, chubasqueros y nos refugiamos. Llovía, paraba, llovía, paraba, y en todas las llovía, aparecían japoneses mojandose, nunca acertaban con la parada.
Cena, y última noche, cervezas y a dormir. Mañana volvemos a Valencia,metro,tren,pata,castellón.
1 comentario:
La verdad que yo también tengo ganas de ver esa parka...
Disfruta de las vacas que te quedan y nos vemos a finales de mes cuando vuelva yo de las mias...
un besito
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